Dos obras inquietantes y perturbadoras alzan este jueves los dos telones del XXXII Festival de Teatro de Málaga. El Cervantes recibe en una única función Continuidad de los parques, una obra que según su director, Sergio Peris-Mencheta, tiene mucho de comedia pero también alberga un poso existencialista, y el Echegaray se abre para recibir lo último de Histrión Teatro, Arizona, un inquietante texto sobre las fronteras al que dan vida Gema Matarranz y David García-Intriago, y que se pone en escena los días 23 y 24 de enero.
Continuidad de los parques llena de historias el Teatro Cervantes
Sergio Peris-Mencheta ha adaptado y llevado a la escena el texto de Jaime Pujol Continuidad de los parques, formado por ocho historias que confunden mediante la presentación de situaciones naturales en apariencia. Cada cosa de las que vemos cubre otra, oculta misteriosamente tras la visible. Roberto Álvarez, Fele Martínez, Gorka Otxoa y Luis Zahera, con la colaboración especial de Marta Solaz, se ponen a las órdenes de Peris-Mencheta en una pieza que tiene el parque como escenario y el banco como sitio idóneo para la complicidad o el antagonismo, aunque solo sea por la proximidad física de dos desconocidos.
El intérprete y director declara que el banco del parque es “un trozo de verde en medio del gris, adonde van los personajes que quieren huir de sí mismos, de las agendas, los calendarios y el estrés”. “Es el ‘fast food’ de lo espiritual”, sentencia. Esto es, para Sergio Peris-Mencheta es errónea la frase “me voy al parque a desconectar”, pues sería precisamente allí adonde se acude a conectar con uno mismo y con el otro. Es allí donde no hay coartadas para huir y donde no hay más remedio que afrontar al semejante. Las entradas para el montaje, una producción de Teatro Español y Barco Pirata distribuida por Pentación, cuestan entre 7 y 21 euros y se pondrá en escena el viernes 23 de enero a las 21.00h.
Histrión Teatro trae al Echegaray Arizona, su nuevo espectáculo
Gema Matarranz y David García-Intriago, al que también podemos ver en el Festival de Teatro con su espectáculo Oh vino, dan vida en Arizona a un inquietante texto de Juan Carlos Rubio que data de casi hace una década pero que está de plena actualidad. El Teatro Echegaray recibe por dos días (23 y 24 de enero, 15 euros) este montaje de Histrión que recupera las formas del teatro de autor viajando por la iconografía, estética y filosofía de la Norteamérica de los 50, pero que lo hace hablando de todas las fronteras del mundo: todas aquellas que se defienden por encima de los derechos humanos.
Arizona, estrenada hace poco más de un mes en Granada, llega en un momento controvertido para las fronteras europeas. El mismo Juan Carlos Rubio dirige esta lectura de su obra, que ya había sido representada por diferentes compañías en Grecia, Argentina, México y Cuba. Gema Matarranz y David García-Intriago dan vida a Margaret y George, una pareja que forma parte del colectivo ‘minute men’, una asociación de vecinos de Arizona que se reúne para “vigilar a los vecinos y reflexionar juntos sobre las fronteras”. Pero, ¿qué significa vigilar? ¿por qué sólo miran hacia el Sur? ¿son necesarias las armas para reflexionar? Preguntas que flotan en la escena y que se cuelan en la mente de cada espectador para llevarle a cuestionar sus propios conceptos sobre los límites y el nosotros y sobre qué estamos dispuestos a hacer por ambos.
Con este espectáculo de Rubio, autor de largo recorrido nacional e internacional y director teatral de obras como Humo, Tres, 100m2, Esta noche no estoy para nadie, el musical, Las heridas del viento o El pez gordo entre tantas otras, Histrión continúa en la senda recorrida con Los corderos, Traición y Teatro para pájaros, montajes basados en textos comprometidos y perturbadores y que ofrecen la experiencia única de un teatro en estado puro desde la mínima distancia entre escena y espectador.
