Tras el éxito con Sin fin, su primer papel protagonista en la gran pantalla, Javier Rey vuelve al Festival de Málaga. Cine en Español con una divertida película que rompe con los clichés de la comedia romántica. Se trata de ¿Qué te juegas?, la ópera prima de Inés de León, una historia de dos hermanos inmersos en un mundo de riqueza y glamour que ven cómo su vida da un giro con la llegada de una simpática monologuista.
En el último año, Javier Rey se ha convertido en uno de los grandes actores del momento, gracias a todos los reconocimientos que ha recibido por su trabajo en Sin fin y en la serie Fariña. Pronto comenzará el rodaje de un nuevo largometraje, El verano que vivimos, cuyo proyecto también se ha presentado en la 22ª edición del festival malagueño. El actor habló con Masqltura para contarnos cuáles son sus metas profesionales y cómo ha sido para él formar parte de un proyecto como ¿Qué te juegas?, con el que lo veremos en las salas de cine a partir del próximo 29 de marzo.
¿Cómo es tu personaje en ¿Qué te juegas??
Mi personaje se llama Roberto Salazar. Se considera a sí mismo un genio, un inventor, un visionario, un tipo adelantado a su tiempo. No sabe escuchar, ni le interesa escuchar a nadie hasta que entra el personaje de Leticia Dolora y empieza a transformar todo su mundo con una apuesta, la cual no voy a desvelar por ser un gran spoiler. Roberto empieza a convertirse en un personaje más humano.
¿Qué fue lo que más te atrajo de este proyecto?
Inés de León. Me gustaban mucho sus fashion films, había hecho con ella uno y me parece que tiene una manera de trabajar hiperprecisa a la que yo no estoy acostumbrado y me apetecía mucho meterme ahí. También mis compañeros de reparto, que son muy talentosos. Con algunos había trabajado ya y con otros no, pero eso suma muchísimo. Además, llevaba mucho tiempo haciendo dramas, thrillers y me apetecía un poquito volver a la comedia y verme involucrado en una buena comedia.
La película hace disfrutar al espectador, pero ¿tú con qué has disfrutado más desde dentro?
He disfrutado con todo el proceso. Rodamos en Canarias, en las Palmas, y fue una aventura. Veo la peli como una gran aventura entre un grupo de gente y nos lo pasamos muy bien porque ha habido situaciones muy absurdas que iban surgiendo a lo largo del rodaje y creo que ese tipo de cosas se plasma en la película.
La película tiene una mirada feminista, ¿ves necesario que se utilice el cine para darle visibilidad a estos movimientos?
Claro, el cine son historias y, en este caso, como esta historia es mucho más femenina que masculina pues bendito sea, porque es una buena historia. Yo soy fan de las buenas historias y creo que esta lo es. Me parece maravilloso que sea una directora y que haya más mujeres que hombres, porque para contar esta historia era necesario eso.
¿Has encontrado alguna dificultad a la hora de meterte en el personaje?
Sí, claro. Todos los personajes tienen su complejidad y este en concreto, que es un personaje tan histriónico. Esa velocidad que lleva, esa rapidez mental que él tiene… Entrar ahí al principio costaba un poco, pero como cuestan todos los personajes la primera vez que te enfrentas a ellos y no sabes muy bien cómo domarlos.
¿Qué le dirías a un espectador indeciso para que se decante por ¿Qué te juegas? cuando vaya al cine?
Que va a pasar un buen rato, que se va a echar unas risas y que a lo mejor repite y todo (risas).
El año pasado viniste al festival también con una ópera prima, en este caso de los hermanos Alenda. ¿Has pensado en dirigir alguna vez?
Sí, cada vez lo pienso más. Pienso que me faltan años para eso, pero creo que acabaré haciéndolo.
En el último año has recibido varios premios y reconocimientos por tu trabajo, ¿te abruman las expectativas que se pueda crear el público?
No, no. Las expectativas que la gente pueda poner en mí son las expectativas de la gente que pueda poner en mí. Al final lo que me preocupan son mis propias expectativas y cumplir mis propios objetivos. Y mis objetivos son muy sencillos, que es hacer lo que llevo haciendo los últimos dieciocho años e intentar encarar los personajes con la máxima honestidad y la máxima verdad, y poco más puedo hacer. No me abruma, es bonito que la gente te diga que le gusta tu trabajo, a cualquiera nos gusta que nos digan eso.
¿Hay algún papel que todavía no hayas hecho y que tengas ganas de hacer?
Miles de papeles faltan por venir. Cada vez que cumplo años aparecen personajes nuevos. Ya no puedo hacer de universitario, ahora puedo hacer de profesor universitario. Va avanzando la edad, van apareciendo personajes nuevos, conflictos nuevos de los personajes nuevos que me toca interpretar y es como la vida, vas de la mano con los personajes que te van tocando. Me siento muy, muy afortunado como para ponerme a pedir, porque la vida me está poniendo las cosas delante para disfrutarlas y vivirlas. Entonces… Virgencita, que me quede como estoy.
Esta edición del festival también ha acogido la presentación del proyecto El verano que vivimos, ¿qué nos puedes contar de este trabajo?
Es una historia que me gusta mucho. En esta historia voy a contar con parte de un equipo que amo profundamente, porque hicimos juntos la serie Fariña. Dirige Carlos Sedes, al cual admiro muchísimo, y produce Bambú Producciones, que es como mi casa. Ruedo con un montón de amigos una historia aquí en el sur. Es una gran historia y un personaje que no he hecho hasta ahora, así que es un reto muy chulo, muy bonito y que tengo muchas ganas de empezar ya.
Llevas dos años presentando tus proyectos en el Festival de Cine de Málaga, ¿qué experiencia te llevas?
Pues que me trae mucha suerte (risas). Vendré todos los años a Málaga a intentar presentar cosas, porque les da mucho recorrido a los proyectos. Sin fin ha tenido un gran recorrido e incluso fuimos premiados aquí el año pasado, en los Feroz hemos estado nominados, las críticas han sido muy buenas… Es una peli muy honesta que tuvo un gran recorrido y este año vengo con una comedia, un proyecto totalmente opuesto al anterior, y las primeras críticas también son muy chulas, con lo cual me da muy buen rollo. Es como: Oh, dios mío, voy a empadronarme en Málaga (risas).
