‘La Casa del Caracol’: el desafío de rodar de forma segura en tiempos de Covid

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El sector cultural, a pesar de ser uno de los mayores perjudicados durante la pandemia, ha sido también uno de los más comprometidos con la situación actual adaptando de manera rigurosa su día a día a los protocolos sanitarios de prevención. Un ejemplo de ello es ‘La Casa del Caracol’, una de las primeras películas en rodarse en España tras el confinamiento.

Apenas unos días después de concluir su rodaje en la serranía de Málaga, un atípico y veraniego 23 Festival de Málaga. Cine en Español acogió ayer la presentación de las primeras imágenes de la ópera prima de la malagueña Macarena Astorga, protagonizada por Javier Rey y Paz Vega.

Rodaje ‘La Casa del Caracol’ (© 2020 Dani Medina)

‘La Casa del Caracol’ es un thriller fantástico y de terror psicológico que ya en su primer avance deja ver cómo un soberbio y camaleónico Javier Rey da vida al escritor Antonio Prieto, quien decide pasar el verano en un pueblo de la serranía malagueña con el objetivo de encontrar tranquilidad e inspiración para su siguiente novela. Allí conoce a Berta, interpretada por una estupenda Paz Vega, por la que se siente atraído. Pero en este largometraje nada es lo que parece y cuando el escritor comienza a investigar a algunos locales y personajes peculiares, descubre una perturbadora leyenda oculta.

El reparto lo completan la pequeña Luna Fulgencio, los actores peruanos Norma Martínez y Carlos Alcántara, Ava Salazar (hija de Paz Vega), Pedro Casablanc, Elvira Minguez, Jesús Carroza, Vicente Vergara y Fernando Tejero.

Sin embargo, lo que más llama la atención de esta película no es solo su reparto de primer nivel o el inquietante guion de Sandra García Nieto, sino el buen hacer de todo un equipo que ha conseguido sacar adelante un proyecto de tal magnitud en mitad de una pandemia y sin detectar ningún contagio entre sus trabajadores.

La clave para ello ha sido la concienciación y el amor por el cine. «Hemos sido capaces de adaptarnos a esto por la pasión y las ganas que todo el mundo, después de estar encerrados en nuestras casas, teníamos de rodar y de seguir creando, de seguir haciendo industria. Yo no he visto una mala cara por una mascarilla», asegura Macarena Astorga.

Rodaje ‘La Casa del Caracol’ (© 2020 Dani Medina)

Más que el rodaje en sí, los momentos previos fueron los más complicados. Como explica María Luisa Gutiérrez, productora ejecutiva del largometraje, durante el confinamiento el equipo trabajaba desde casa con incertidumbre para sacar adelante un protocolo que fuera seguro a la par que realizable y asequible. Por ello, además de incorporar las mascarillas y los distanciamientos propuestos por el Ministerio de Sanidad, añadieron los test serológicos y PCR. Y una vez puesto en marcha el rodaje, tuvieron que convivir con el miedo a que alguien diera positivo. En ese caso, el coste habría sido muy elevado, ya que «el parón del rodaje no te lo cubre el seguro cinematográfico», aclara.

Además, otras de las complicaciones a las que se ha enfrentado este equipo es que se trata de una coproducción internacional con Perú, por lo que tanto actores como el personal técnico tenían que viajar a Málaga desde allí. «Una semana antes del rodaje casi tuvimos que abortar, porque era imposible traerlos», añade la productora.

Pero finalmente todo ha salido bien y el largometraje ha concluido su rodaje en la provincia de Málaga con éxito. De hecho, no ha sido necesario prescindir de ninguna de las secuencias que se habían planteado inicialmente. Macarena Astorga confiesa que tuvo dudas hasta el último momento de que se pudiera rodar una de sus escenas favoritas: la verbena, con una figuración de 80 personas. «Era importante esa secuencia por todo lo que contaba. Finalmente, se pudo hacer con todas estas medidas que hablamos. Toda la figuración que estaba cerca de ellos se hizo los test serológicos y todo controlado. Todo el mundo con sus mascarillas hasta el momento de grabar», explica.

Quizás uno de los aspectos que han jugado a favor de este rodaje, aparte de la responsabilidad del equipo, ha sido que cuenta con un gran número de exteriores, por lo que la mayor parte de película se ha rodado en zonas amplias y al aire libre.

«Con conciencia y con responsabilidad, se puede»

Por su parte, la pareja protagonista también reconoce haber vivido ese miedo inicial. «Veníamos de estar metidos en casa tres meses y de repente hay que viajar, hay que convivir con un equipo y no sabes qué puede pasar», confiesa Paz Vega. Pero las dudas se fueron disipando a medida que avanzaba el rodaje. «Empezamos a normalizar lo que no era normal. Todo el mundo con mascarilla, midiéndonos las temperaturas al llegar… El equipo estaba concienciadísimo, no hubo ni una sola fisura», apunta Javier Rey, quien asegura haberse adaptado muy bien a la nueva dinámica de trabajo: «Al final nos hemos acostumbrado a eso, no siento que haya sido una pesadez trabajar. Lo veo ya hasta normal después de tantas semanas».

Este sentido de la responsabilidad que muestra el equipo de ‘La Casa del Caracol’ ha sido fundamental para que el rodaje se haya llevado a cabo sin ningún problema, a pesar de ser un trabajo donde se requiere tanto contacto físico, convirtiéndose así en un ejemplo a seguir para la industria cultural e incluso otros sectores. «Es equiparable a cualquier otro trabajo: con conciencia y con responsabilidad, se puede», afirma Paz Vega.

Rodaje ‘La Casa del Caracol’ (© 2020 Dani Medina)

Una vez que el rodaje ha acabado, Javier Rey se muestra satisfecho con el trabajo realizado. «Antonio Prieto es un personaje que tiene muchísimas capas. Lo interesante y lo peligroso, que es lo que nosotros hemos hecho, es trabajar en todas ellas. Esa evolución que tiene con el pueblo y la que tiene consigo mismo como escritor, sus complejos, sus miedos, su pasado… Todo eso está volcado en la peli y está mezclado con ese Quintanar y todos esos personajes que a él le perturban mucho».

Su compañera Paz Vega asegura que le apetecía mucho hacer un género de este tipo, al no ser tan habitual en el cine español, y destaca lo fácil que ha sido trabajar bajo las órdenes de Macarena Astorga: «Ha sido el descubrimiento de mi vida. Tiene tan claro lo que quiere, que te lo sabe transmitir, y a la par te escucha. Propones algo y acepta, no tiene miedo a aceptar las propuestas de los demás».

Ahora solo queda esperar a que se puedan cumplir los plazos previstos para que el largometraje llegue a las salas. La idea de los productores es que esté terminado en octubre o noviembre para poderlo presentar a los Premios Goya 2021. También les gustaría estar en la próxima edición del Festival de Málaga, pero todo depende de las fechas que se manejen más adelante en función de la evolución de la pandemia.

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Malagueña. Cofrade desde la cuna. De pequeña jugaba a hacer periódicos, ahora soy periodista. Defensora de la ficción española y fiel amante de la novela histórica. La música en directo y el teatro me dan la vida.

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