El representante de Suecia, Måns Zelmerlöw, fue proclamado ganador de la 60ª edición del Festival de Eurovisión que se celebró el pasado sábado 23 de mayo en el Wiener Stadthalle de Viena (Austria). El cantante, que interpretó el tema Heroes, estuvo acompañado por una serie de dibujos animados proyectados en el escenario.
Heroes, una canción que habla de los problemas que tenía para hacer amigos cuando era niño, fue la que hizo que Måns Zelmerlöw se impusiera a Rusia logrando el sexto triunfo de Suecia en Eurovisión con 365 puntos.
Además de la letra pegadiza y la energía de Zelmerlöw, gran parte del mérito de la victoria lo tuvo la puesta en escena, donde diferentes muñecos animados interactuaban con el cantante sobre el escenario.
Una edición de Eurovisión que dejó a un lado los personajes estrafalarios para centrarse en el espectáculo visual y en la música, y donde también hubo hueco para las baladas como One thing I should have done de Chipre o el trío de adolescentes italianos Il Volo, muy parecido a Il Divo, que consiguieron la tercera posición.
Asimismo, sorprendió el debut de Australia en el festival que, de la mano de Guy Sebastian y su funky pop, contagió de energía y diversión al público europeo consiguiendo un quinto puesto.
Quien no tuvo tanta suerte fue Edurne que, a pesar de interpretar un emocionante Amanecer entre fuertes aplausos, no logró superar los 15 puntos situando a España en la 21ª posición. Sin embargo, es algo que no sorprende entre los seguidores españoles, quienes critican que a la hora de puntuar se tengan más en cuenta las situaciones geográficas y las relaciones entre países que las canciones.
Por debajo quedaron países como Reino Unido con cinco puntos, Francia con cuatro o Alemania con cero. En ese mismo caso se encuentra Austria, país anfitrión, que no consiguió sumar ni un solo punto.
