Un año más la Plaza de los Frutos acoge a nuevos vecinos. Tras cerrar la mejor temporada de su historia (una media de un 14,6% y 1.709.000 espectadores), Amar es para siempre inicia una nueva etapa con un reparto de lujo y en la que los temas sociales tendrán un papel muy importante.
Como viene siendo habitual desde sus inicios bajo el nombre de Amar en tiempos revueltos en 2005, la ficción producida por Diagonal TV renueva su reparto cada mes de septiembre. Aunque eso sí, Manu Baqueiro, Itziar Miranda, José Antonio Sayagués continúan dando vida a los personajes más clásicos de las sobremesa. En esta ocasión lo harán acompañados por Natalia Rodríguez, Lucía Martín, Anabel Alonso y Alejando Albarracín, quienes han conseguido hacerse un hueco en la serie a lo largo de la tercera temporada.
Para esta cuarta temporada, Amar es para siempre incorpora a un gran número de actores de primera línea que reforzarán las tramas de la serie. A partir del 4 de septiembre, Toni Cantó, Elia Galera, Lola Herrera, Armando del Río, Eva Marciel, Jorge Sanz, Víctor Sevilla, Ana Polvorosa, Junio Valverde, Michelle Calvó, Javier Mora, Bárbara Mestanza, Álvaro Monje y Juanma Lara formarán parte de las nuevas caras de la ficción vespertina de Antena 3.
La serie está dirigida por Eduardo Casanova y como creador de la ficción y coordinador de los guiones, Tirso Calero está al frente de un equipo de 12 de guionistas. Los nuevos capítulos prometen mantener el alto listón narrativo de la anterior ofreciendo un espectáculo diario trepidante con abundantes giros argumentales y con una apasionada historia de amor, protagonizada por una “madre coraje” y un marido que ha regresado de la muerte, 20 años después. Asimismo, el espectador revivirá hechos históricos que servirán de vínculo para contar algunas de las tramas.
Las nuevas historias
La cuarta temporada de Amar es para siempre arranca en septiembre de 1964. Un nuevo negocio se instala en la Plaza de los Frutos, en sustitución de la droguería Blasco. Se trata del Salón de belleza Niza, regentado por la bella Adela (Elia Galera), una mujer viuda de mediana edad que tiene como única familia a su hija, la joven Sofía (Michelle Calvó), afectada por una enfermedad cardíaca, y a su nueva pareja, el doctor Martos (Toni Cantó), un atento cardiólogo de apariencia íntegra.
El espectador será testigo de la nueva remodelación de la Plaza de los Frutos, que pasará a ser peatonal, algo novedoso para aquella época. Manolita (Itziar Miranda) y Marcelino (Manu Baqueiro) tendrán que adaptarse a este nuevo escenario mientas que Pelayo (José Antonio Sayagués) comenzará a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la literatura escribiendo pequeños relatos de misterio.
El Café Reyes cambiará de dueño tras la marcha de Encarna y Fortunato. Benigna (Anabel Alonso), en su Hostal, tendrá que acomodarse nuevamente a vivir sola, algo que le será difícil pues viejos fantasmas del pasado la volverán a atormentar.
Al antiguo piso compartido llegarán los Montilla, una familia andaluza que se instala en Madrid para intentar alejar al marido, Eladio (Javier Mora), de las malas influencias de Sevilla y de la prisión de donde acaba de salir. Pero el Sargento Gervasio (Juanma Lara) no cesará en seguir sus pasos sabiendo que algo esconde.
