“Si buscas la palabra ‘monstruo’ en Google, la primera imagen que sale es la del insecto mantis de El laberinto del fauno”, decía Paz Vega en una gala homenaje poco antes de entregar el Premio Málaga-SUR del Festival de Málaga. Cine en Español a Guillermo del Toro. Y así es. Si buscamos, la primera imagen que nos sale es la de una de las muchas criaturas que ha creado el director mexicano para el cine, porque si por algo se caracteriza, además de por contar grandes historias, es por cuidar con mucho mimo la estética de sus cintas, habiendo creado personajes y seres sorprendentes. La última, la criatura marina de La forma del agua, largometraje premiado con cuatro Óscars en la pasada edición de los premios cinematográficos, entre ellos, los dos mayores: Mejor Película y Mejor Dirección.
Guillermo del Toro sosteniendo la biznaga (© 2018 Paloma Martos)
El Festival de Cine de Málaga no ha dejado pasar la ocasión de contar con la presencia del oscarizado director en su 21 edición y, aprovechando el año dedicado por del Toro a dar conferencias y acercarse a sus seguidores, decidieron homenajearle con el Premio Málaga-SUR, que premia a profesionales de larga y reconocida trayectoria. Como no podía ser de otra forma, la visita del mexicano se aprovechó para trasladar las reflexiones y puntos de vista de este director, que ofreció una clase magistral sobre cine en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, actividad abierta al público mediante invitaciones que se pudieron retirar en las taquillas habilitadas durante el Festival de Málaga en la Plaza de la Merced.
Un auditorio lleno dio la bienvenida a Guillermo del Toro, que durante la hora y media que duró la “masterclass” aprovechó para mostrar su amplio conocimiento sobre el cine y los procesos creativos. La luz, el color, y los aspectos más técnicos del desarrollo de una película tuvieron gran importancia en la clase impartida por el mexicano, que defendió la gran importancia de todos estos elementos que acompañan a la historia: “Ahora nos quedamos más con el discurso del guion y de los personajes, pero eso es como hablar de una pintura en términos exclusivamente temáticos. En el trazo, la pincelada, la composición de color, etc. está la comunicación de la imagen, y lo mismo pasa en mi cine”, señalaba el cineasta.
Guillermo del Toro durante la clase magistral (© 2018 Paloma Martos)
De esta importancia de la imagen y su gusto por la estética vienen las impactantes criaturas que del Toro ha creado para el cine, dotándoles de un físico y unos detalles que les aportan gran realismo. “¿Por qué tus monstruos funcionan mejor y la gente se los cree más que a otros monstruos?”, planteaba Antonio Trashorras, coguionista de El espinazo del diablo y autor del libro Del Toro por del Toro. El director mexicano explicó el proceso de creación de alguno de ellos como algo que “no tiene explicación, pero tiene coherencia”, justificando así el hecho de que, por ejemplo, el niño fantasma de El espinazo del diablo fuese de porcelana: “Tenía que parecer roto, como una estatua que llora”, matizaba. La combinación de lo “bello” y lo “terrible”, como él mismo denomina, es algo que está presente en todas sus criaturas. El dios marino de La forma del agua, cuya creación duró tres años, se presenta gradualmente en la película, buscando la empatía del espectador, pero de modo que se muestre que “sigue siendo un animal peligroso, pero es bello”, tal y como cuenta su creador.
Además de una intensa charla sobre lenguajes cinematográficos y estilos, Del Toro tuvo unas palabras dedicadas a los estudiantes de cine, a los que aconsejó desarmar aquellas películas que les gusten para poder apreciarlas en su totalidad, antes del montaje de los planos, buscando salirse de la composición académica: “Busquen jugar, un ballet entre el actor y la cámara, siempre que sea prudente narrativamente”, recomendó el director.
Guillermo del Toro en un momento del homenaje (© 2018 Paloma Martos)
Junto a esta clase magistral y el monolito dedicado en el Paseo Marítimo Antonio Machado, la visita a Málaga de Guillermo del Toro culminó con un emotivo homenaje en el que participaron actores y amigos del mexicano. La española Marisa Paredes y el estadounidense Ron Perlman fueron los encargados de entregar la biznaga al homenajeado, que previamente pudo emocionarse con las palabras que le dedicaron actores que también han trabajado con él como Irene Visedo, Eduardo Noriega, Fernando Tielve, Santiago Segura o Ivana Baquero. Tras la proyección de unos vídeos donde Ariadna Gil y Maribel Verdú le felicitaban por su última película, ganadora de cuatro premios Óscar, los actores presentes en el homenaje se pusieron delante del micrófono para alabar el talento de Guillermo del Toro y contar anécdotas vividas juntos. Ivana Baquero y Fernando Tielve, dos de los actores más jóvenes sobre el escenario, ofrecieron unas emotivas palabras sobre el director, coincidiendo en que junto a él vivieron los momentos más importantes de su carrera, cuando en los propios castings el director les abrazó y les comunicó que habían sido elegidos para el personaje. Santiago Segura, por su parte, puso la nota de humor a la noche contando algunas anécdotas de los rodajes de las cuatro películas del mexicano en las que ha trabajado. “Entre Guillermo y yo hay una relación de amor-odio, en la que yo le amo y él me odia”, comenzaba el actor y director que, en tono de humor, recriminó al mexicano que sólo le llamase para proyectos más comerciales y nunca para películas de prestigio: “Me llama para sus películas, pero siempre me da papeles con nula o escasa trascendencia en la trama”. Tras hacer reír en varias ocasiones al mexicano y al público presente, Segura finalizó su discurso alabando a del Toro como profesional y como persona: “Hay amigos del cine y de la vida, y él es de las dos cosas. Yo vendría a homenajearle sólo por ser mi amigo. Es una persona que siempre está, a la que quieres y que sientes que te quiere. Por ti vendría de rodillas desde mi casa”, finalizó.
Tras ganar con La forma del agua cuatro Óscars, dos Globos de Oro y tres premios BAFTA, Guillermo del Toro suma a su trayectoria la biznaga del Premio Málaga-SUR, que recogió entre los aplausos de un teatro lleno de público y profesionales de la industria que quisieron acompañarle en este merecido homenaje.
