Una Semana Santa malagueña para la historia

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Como es habitual, el Domingo de Resurrección ha puesto el broche de oro a una semana de Pasión que pasará a la historia de la ciudad en muchos aspectos. El buen tiempo, algunos estrenos, el buen hacer de muchas cofradías en la calle y, sobre todo, la primera estación de penitencia de María Santísima del Patrocinio, Reina de los Cielos y del Nazareno Redentor del Mundo han conseguido que la Semana Santa de Málaga 2017 sea muy especial y permanezca en el recuerdo de todos los cofrades. Un recuerdo que, en cierta medida, puede verse empañado por determinadas situaciones y comportamientos. Aún queda mucho por mejorar.

Detalle de la capa de un nazareno de Salutación en la Semana Santa 2017 (© 2017 Alicia Martín)

Detalle de la capa de un nazareno de Salutación

Todos los años surge el debate sobre las sillas y tribunas del recorrido oficial, tanto por problemas de visibilidad como de acceso para el público. Un problema que ha vuelto a verse acentuado por las obras del metro que, cada vez más avanzadas, impedían el tránsito del público y la visibilidad de los tronos hasta la mitad de la Alameda. Sillas y tribunas que se quedan vacías —incluyendo la Tribuna Oficial— al paso de algunas cofradías, como ha pasado con la primera salida procesional del Redentor del Mundo, y en las que no cabe ni un alfiler al paso de otras con renombre o del desfile de los legionarios en la mañana del Jueves Santo. La Agrupación tendrá que darle una vuelta al asunto de cara a los años venideros para garantizar que las sillas, si están, se usen y no sean un mero obstáculo.

Algunas cofradías también deben de hacer autocrítica. Este año se ha vuelto a ver a personas fumando en el varal, bajo el manto de una Virgen en pleno Miércoles Santo y en la banda tras el Resucitado. No hay que olvidar que la salida procesional de una hermandad es una estación de penitencia y los primeros que tienen que respetarla son los que forman parte del cortejo.

Otra de las cosas que han marcado esta Semana Santa ha sido la seguridad policial. Agentes de la Policía Local y Nacional han velado —con un dispositivo mayor al de otros años— por la seguridad de los malagueños y visitantes durante cada uno de los desfiles procesionales y traslados, sobre todo, tras el incidente ocurrido el Lunes Santo en calle Carretería. No obstante, ni el trabajo policial ni el empeño de mayordomos y la comisión externa de las cofradías por mantener el orden de las procesiones han impedido que la gente transitara continuamente entre los nazarenos en cualquier parte del recorrido, incluido el oficial. Una escena que se repite año tras año y que cada vez es más insostenible. Cuestión de educación, quizá.

Manto de Nuestra Señora de la Concepción tras su encierro

Manto de Nuestra Señora de la Concepción tras su encierro

Domingo de Ramos

Desde primera hora de la mañana, las palmas inundaban la ciudad ante Nuestro Padre Jesús, que hacía su entrada en Jerusalén de forma magistral a su paso por la Tribuna de los Pobres. Con el característico paso pollinico, le seguía su Madre a los sones de «María Santísima del Amparo», interpretada de manera impecable por la Banda de Música del Paso y la Esperanza. Un domingo de aglomeraciones, de horarios muy ajustados con muchas cofradías en la calle y sin ningún intervalo de descanso. Quizá por eso, la Virgen de Lágrimas y Favores estuvo menos acompañada que en otras ocasiones a su paso por el recorrido oficial entre las 13.00 y las 15.00 horas. A esa misma hora, enlazando la mañana con la tarde, Humildad y Paciencia, la Hermandad de la Humildad y la Hermandad de Nazarenos del Dulce Nombre ponían en la calle a sus sagrados titulares muy arropados por sus respectivos barrios.

Más tarde, el olivo de la Archicofradía del Huerto se abría paso entre los árboles de la Alameda. Tanto los tronos como el cortejo de nazarenos tuvieron un desfile procesional muy bueno, destacando las marchas interpretadas por la Agrupación Musical Cautivo de Estepona, que acompañaba por primera vez al Señor, y la gran petalada a Nuestra Señora de la Concepción, que celebra su 75º aniversario, en la Tribuna Oficial. Como novedad, tras el trono de la Concepción, se podía ver la Cruz Guía de la Hermandad de la Salud, que este año se ha visto favorecida por su adelanto de horario y brilló a su regreso por el Puente de la Aurora más arropada que en años anteriores. El Prendimiento también culminó con éxito su estación de penitencia en Capuchinos.

Pero sin duda, todas las miradas del Domingo de Ramos estaban puestas en la Parroquia de San Felipe Neri cuando, alrededor de las 17.40 horas, María Santísima del Patrocino salía —casi rozando el arco de la puerta— por primera vez desde que Dubé de Luque la tallara en 1985. Gracias al llamamiento que hizo el hermano mayor de la hermandad ante los medios de comunicación, el trono de la Virgen procesionó con sus varales llenos y completó una jornada espléndida e histórica tras los pasos del Nazareno de Salutación.

Lunes Santo

Santísimo Cristo de la Crucifixión

Santísimo Cristo de la Crucifixión

Cofradías muy diferentes entre sí recorrieron las abarrotadas calles malagueñas del Lunes Santo. El rigor y la sencillez características de Crucifixión y Pasión llenaron la ciudad de fe con sus estaciones de penitencias, destacando especialmente el paso de la hermandad de la Cruz Verde por el entorno de la Catedral mientras que la Archicofradía de la Pasión engrandeció calle Nueva con el paso de sus titulares. Además, el Santísimo Cristo de la Crucifixión volvió a procesionar con potencias y corona de espinas tras su reciente restauración a cargo de su autor Bonilla Cornejo. Por otro lado, la cofradía de los Dolores del Puente puso un toque de sobriedad a la noche, en la que el gentío enmudecía al mirar a Nuestra Señora de los Dolores.

Distinto fue lo que se vivió durante la salida procesional de Gitanos, donde la alegría y la característica celebración de sus devotos daban la bienvenida —entre aplausos y cánticos— a una jornada protagonizada por el sol, a diferencia del pasado año. En la doble curva, los hombres de trono de Estudiantes mecieron a sus titulares ante la atenta mirada de miles de fieles. El sabor amargo de la noche se quedó en Carretería, donde el cortejo de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada se vio afectado por el miedo provocado por una pelea —ajena a la procesión— al principio de la calle, causando un gran revuelo a altas horas de la madrugada. Aun así, la cofradía demostró su grandeza y consiguió recomponerse para, pocos minutos después, continuar con su regreso de la mejor forma posible. Tras el incidente, que no es el primero que sufren, su hermano mayor pidió a la Agrupación que se reajusten los horarios para que el Cautivo pueda adelantar su recorrido, evitando así males mayores.

Martes Santo

Hablar del Martes Santo malagueño es hablar del barrio de la Victoria. Como cada año, los vecinos se echaron a la calle para recibir a los Sagrados Titulares del Rescate y el Rocío. Aunque uno de los momentos más señalados de los desfiles procesionales de ambas hermandades fue su paso por la Tribuna de los Pobres. El público se rindió ante María Santísima del Rocío Coronada, con el trono girado frente a la escalinata, mientras le cantaban la Salve. Asimismo, fue impecable el paso de María Santísima de Gracia por la misma zona, al igual que el de los titulares de la Sentencia, que incorporaba como novedad este año el acompañamiento musical de la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad tras la Virgen del Rosario.

Al otro lado del río, la Hermandad de la Estrella resplandeció en la explanada de Santo Domingo ante las puertas abiertas de la Casa Hermandad de Mena, donde lucía ya la Virgen de la Soledad en su trono de salida, dejando a su paso el aroma de las rosas que exornaban el trono de su titular mariana. Destacó también el saludo de Nueva Esperanza a la Archicofradía de la Esperanza y a la Hermandad de la Salud con su característico baile de los tronos que es muy aclamado por el público. Por otro lado, la imponente talla del Cristo de la Agonía de la Hermandad de las Penas procesionó con su habitual tono solemne y riguroso, provocando a su paso un ambiente de admiración y silencio. Tras él, todas las miradas se centraban en el manto de flores de la Virgen que este año emulaba las bóvedas de la Catedral con margaritas y rosas blancas.

Manto de flores de María Santísima de las Penas

Manto de flores de María Santísima de las Penas

Miércoles Santo

Otra jornada histórica para la Semana Santa malagueña, gracias al buen hacer de la Hermandad de Mediadora. La cofradía vivió la primera estación de penitencia del Nazareno Redentor del Mundo que, tras salir de la Catedral, descendió por calle Cañón con paso corto y muy buen gusto, acompañado por Nuestra Señora Mediadora de la Salvación a los sones de «Tus dolores son mis penas». La hermandad de las Escuelas Ave María, que ha demostrado con creces el porqué de su agrupación, ha convertido la calle Cañón en uno de los lugares más emblemáticos para los cofrades, que se agolpaban allí minutos antes para disfrutar de la bonita estampa que crea la cofradía. Una pena que el cortejo del Redentor pidiera su primera venia en la Tribuna Oficial con las sillas prácticamente vacías.

Nazareno Redentor del Mundo en su primera salida procesional

Nazareno Redentor del Mundo en su primera salida procesional

Sobriedad y sencillez desprendía entre naranjos el Santo Cristo de las Penas Salesianas a su entrada en la Catedral. Muy cerca de allí, en Postigo de los Abades, la cofradía de El Rico alargaba su recorrido, logrando más recogimiento y una estampa diferente a la habitual. Esto se produjo a falta del tradicional acto de liberación del preso que, tras varios problemas con el procedimiento del Ministerio de Justicia, finalmente se realizará en el plazo de un mes. Mientras, los cuatro tronos de Fusionadas se adueñaban de las calles más céntricas y acogedoras de la ciudad.

En contrapunto a la sencillez de los pequeños tronos de Mediadora o Salesianos, la cofradía de la Paloma avanzaba por la Alameda con el impresionante trono de su Virgen, que el año que viene será sustituido por uno nuevo a cargo de los Hermanos Caballero, un estreno que estaba previsto para esta Semana Santa y que al final no pudo ser. Pero sin duda, uno de los momentos claves del Miércoles Santo fue ver a la Archicofradía de la Sangre procesionar entre Sagasta y Puerta del Mar. Todo un ejemplo de cómo llevar bien un trono con mecidas al son de las marchas y sin excesos. Buen hacer también el de la Expiración que hacía su salida procesional en el silencio de la noche.

Jueves Santo

Día de contrastes por excelencia. Mientras en calle Carretería y otras aledañas fuera del recorrido oficial se colocaban filas de sillas de todo tipo —un hecho que está prohibido en Málaga— impidiendo el tránsito del público para ver desfilar a La Legión, la Hermandad de la Santa Cruz hacía su salida procesional a primera hora de la tarde. Un cortejo sobrio y muy bien formado acompañaba a la Virgen llenando las calles de Amparo y Misericordia. Solemnidad y sencillez —aunque estrenando una túnica bordada al completo y cantoneras en la Cruz lisa de madera— se desprendían también al paso del Nazareno de Viñeros en calle Nueva con un acompañamiento musical impecable, el de la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir. Detrás, Nuestra Señora del Traspaso y Soledad derramaba «lágrimas de vida» iluminada por un cirio encendido por la asociación de pacientes trasplantados. Una hermandad que, tras más de 400 años de historia, sigue creciendo cada Semana Santa.

Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros

Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros

Pocos grupos escultóricos hay en Andalucía como el de la Hermandad de la Sagrada Cena, que este año ha ganado mucho con su cambio de recorrido para no verse afectada por el público impaciente que espera a los legionarios cada Jueves Santo. Las calles Císter y Alcazabilla se quedaron pequeñas al paso de esta hermandad, mecida con mucha elegancia por sus hombres de trono. La noche quedó para las cofradías percheleras, como Mena —cuya Virgen procesionaba por primera vez tras su coronación—, Misericordia, Zamarrilla y Esperanza, destacando especialmente el paso de la Virgen del Gran Poder por Ancha del Carmen y el del Cristo de la Buena Muerte en el Puente de Tetuán. Este año, gracias a la decisión de la Junta de Gobierno de la Archicofradía de la Esperanza de eliminar el tradicional camión, los fieles cogieron el romero tras ser pisado por la Virgen.

Al caer la noche, ya en la madrugada del Viernes Santo, se hizo el silencio con la procesión del Cristo de la Vera+Cruz.

Viernes Santo

Manto nuevo de Nuestra Señora de los Dolores de San Juan

Manto nuevo de Ntra. Señora de los Dolores de San Juan

Silencio, solemnidad y penitencia por la muerte de Cristo. Las hermandades del Viernes Santo viven su estación de penitencia con mucho respeto a sus Sagrados Titulares, aunque cada vez resulta más difícil mantener el silencio entre el público que se agolpa en las distintas calles y que no pudo evitar algún que otro aplauso tímido al paso de Nuestra Señora de la Caridad por la Tribuna de los Pobres y a la entrada del Sagrado Descendimiento en la Catedral. Esta última hermandad, que salió por primera vez desde su recién estrenada Casa Hermandad, volvió a vivir su procesión en la tercera posición del viernes, a pesar de haber recurrido a la Agrupación de Cofradías y al Obispado para solicitar el regreso a su horario de hace un par de años. Uno de los momentos más bonitos y serios del día fue el paso por calle Echegaray de la cofradía de los Dolores de San Juan, que este año ha procesionado con un brillo especial: el del nuevo manto de su Virgen, bordado en el taller de Manuel Mendoza y Salvador Aguilar.

Otros momentos destacados que nos dejó el Viernes Santo fue la salida de la Catedral del Monte Calvario, la bajada por la rampa de la Aurora de la Soledad de San Pablo, el silencio de la Piedad en calle Carretería, la solemnidad del Santo Sepulcro y la oscuridad de Málaga al paso de Servitas.

Domingo de Resurrección

Aunque para algunos —incluida la cadena municipal Onda Azul— la Semana Santa de Málaga se acaba el Viernes Santo, no es hasta el Domingo de Resurrección cuando la semana de Pasión concluye. Una jornada que, afortunadamente, cada vez cuenta con más afluencia de fieles, sobre todo en las calles que no forman parte del recorrido oficial. Visto está que las sillas y tribunas solo se usan para determinados momentos. Un año más, el cortejo del Resucitado y María Santísima de los Cielos —formado por una representación de los nazarenos de todas las cofradías agrupadas, sus hermanos mayores y algunos penitentes con vela— partió desde San Julián por las calles más céntricas de la ciudad a un paso muy tranquilo. Uno de los momentos más señalados fue la entrada de la Reina de los Cielos en calle Nueva a los sones de «Jerusalén», interpretada magistralmente por la Banda de Música Nuestra Señora de la Paz.

Desde ya comienzan los preparativos para el año que viene, así que hay que tomar nota de los aciertos y los errores para seguir mejorando. Los verdaderos protagonistas durante estos días no son las sillas, ni los cuerpos militares, ni las saetas cantadas con micrófono desde un balcón o aquellos que intentan deslucir la Semana Mayor de la ciudad con burlas y comportamientos fuera de lugar. Pero todos los factores influyen y hay que ir en una misma dirección, sin buscar medallitas ni méritos propios. No hay que olvidar que se trata de una manifestación pública de fe, en la que cada cofradía tiene que trabajar para engrandecer a sus titulares sin desmerecer al resto. Empieza la cuenta atrás para el próximo Domingo de Ramos.

María Santísima Reina de los Cielo

María Santísima Reina de los Cielos

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Malagueña. Cofrade desde la cuna. De pequeña jugaba a hacer periódicos, ahora soy periodista. Defensora de la ficción española y fiel amante de la novela histórica. La música en directo y el teatro me dan la vida.

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