Javier Rey es uno de los actores del momento. Aún con la exitosa serie Fariña en emisión y el rodaje de la segunda temporada de Velvet Colección en marcha, el actor gallego viajó a Málaga el pasado mes de abril para presentar Sin fin en el 21 Festival de Málaga. Cine en Español, donde se hizo con la Biznaga de Plata al mejor actor gracias a su primer papel protagonista de cine. La película, que también ganó el Premio Asecan Ópera Prima a la mejor película y a la que precede el cortometraje Not the end, rompe los esquemas del cine español y nos adentra en una historia de amor contada a través de un viaje en el tiempo. Un viaje que emprende Javier, dirigido por los hermanos Alenda, y al que el actor, junto con su compañera María León, le aporta una gran carga emocional en cada escena.
La gran versatilidad de Javier Rey es la causante de que al actor no le falte trabajo. Durante el Festival de Málaga también pudimos ver el cortometraje El alquiler, que protagoniza junto a Daniel Grao y Manuela Vellés, y cinco minutos de la comedia ¿Qué te juegas?, cuyo estreno está previsto para finales de año o principios de 2019. En Masqltura hemos hablado con el gallego sobre Sin fin, un proyecto al que le tiene mucho cariño y que podrá verse en los cines a partir del 31 de octubre.
Javier Rey (© 2018 Alicia Martín)
Es tu primer papel protagonista de cine, ¿qué te ha aportado este proyecto tanto profesional como personalmente?
Me ha aportado un reto enorme como actor. Me ha aportado amigos, compromiso con una historia en la que uno cree y unas vivencias maravillosas con gente a la que respeto y quiero mucho.
¿Cómo has trabajado la intensidad emocional de la película?
Lo hemos trabajado todo en los previos. Las cargas emocionales vienen de trabajos previos y de la construcción de personajes más que de momentos en control… Siendo muy honesto con lo que le ocurre al personaje y con lo que deseas que le ocurra, y poniéndote en sintonía con él. Es tan, tan heavy lo que le ocurre, tanto al personaje de Javier como a María, que la emocionalidad parte de un lugar bastante sencillo.
Interpretas dos etapas distintas de un mismo personaje, ¿con qué momento te quedas?
Me quedo con una evolución. Me quedo con una soledad primaria, con las ganas de experimentar, con la dejadez y la desidia de los años, con intentarlo… Me quedo con que una persona que no es valiente, intente serlo. Me quedo con un personaje que le echa muchos huevos (risas) y que lucha por lo que considera de una manera absolutamente torpe.
¿Qué esperas que provoque esta película en el público?
Creo que está provocando que la gente empatice mucho con los personajes, pero desde un lugar muy personal y me parece precioso. La peli no le indica a la gente qué es lo que tiene que sentir. La gente se siente muy libre y cada uno entiende una película muy diferente, por lo que me están contando. Lo llevan a lugares y terrenos personales, y eso me parece que es arte. Lo que han creado los hermanos Alenda desde ese lugar es oro.
Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a qué época del cine te gustaría ir?
Algo que yo no haya vivido. Probablemente me gustaría ir a los inicios, a esa gente que empezó con todo esto y que nunca supo adónde iba a llegar, ni la capacidad transformadora y el gran poder que tiene el cine, tanto para lo bueno como para lo malo.
También presentas en este festival cinco minutos de la comedia ¿Qué te juegas? y el cortometraje El alquiler. ¿Cómo definirías esta etapa que estás viviendo?
Es una etapa muy bonita. Tengo la fortuna de que me ofrezcan personajes dispares, que la gente confíe en mí para darle cuerpo y voz a personas que no tienen nada que ver entre ellas y estos retos que me marcan la vida como actor hacen que sea un momento muy especial y muy bonito.
¿Hay algún papel que todavía no te hayan dado y que te gustaría interpretar?
Hay muchos, muchísimos. Me queda mucho camino por recorrer y un actor va haciéndose mayor con los personajes, los personajes van haciéndose mayores… O sea que espero que el que me quede por hacer sea un ancianito muy, muy anciano y me toque interpretarlo dentro de muchos años.
