Federico Aguado: «Con ‘La puta enamorada’ el espectador puede reír y llorar»

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Dejó el papel del entrañable Bonilla en Amar es para siempre para interpretar a Sergio, un chico con discapacidad psíquica, en Mar de plástico. Un trabajo que ha compaginado con la gira nacional de La puta enamorada, obra de teatro que los días 11 y 12 de diciembre concluye sus representaciones en el Teatro Cervantes de Málaga. Un joven comprometido con su trabajo y poco aficionado a las redes sociales. Así es Federico Aguado, uno de los actores del momento. El toledano ha hablado con Masqltura para contarnos todos los detalles de sus proyectos.

Federico Aguado

Llegáis a Málaga para acabar la gira de La puta enamorada, ¿con qué se va a encontrar el público?

Con una obra muy rodada que está basada en el siglo XVII. Es una obra actual, aunque parece que es antigua, pero no lo es. Trata la historia de Velázquez, un pintor de la Corte que se encuentra con La Calderona porque el rey Felipe IV le encarga que pinte el cuadro de ella. A partir de ahí empiezan unos tiras y aflojas entre ellos con mucho odio y luego mucho amor. La obra pasa por diferentes lugares que pueden hacer reír y llorar al espectador durante una hora y media. Hablamos en prosa, no en verso, y la gente va a pasar un buen rato.

¿Has tenido que documentarte de forma especial para interpretar a un personaje histórico?

Sí, te documentas, pero al fin y al cabo es un personaje histórico al que nadie ha visto. Velázquez existió, murió, pero no hay ninguna persona viva ahora mismo que pueda decir que conoce cómo era, cómo hablaba y cómo se movía. Tomas referencias, aunque había muy pocas en la biografía de este hombre, para coger la personalidad de él, pero al final el personaje se crea en función a lo que el autor ha escrito. Es el Velázquez visto por este autor. A lo mejor no es el Velázquez real, tal y como era… No lo sé. Yo he tomado referencias, pero al final tienes que centrarte en el Velázquez que ha creado el autor de la obra.

En la obra se cuestiona la libertad de creación y la del mismo ser humano. ¿Crees que es un tema vigente en la actualidad?

Evidentemente. Vivimos ahora mismo en un mundo en el que creemos que estamos en libertad, pero no lo estamos. Y más la cultura. Hay una lucha del poder con el pueblo y con la cultura, siempre la ha habido y siempre la habrá. Pero estamos en un punto en el que si Dios quiere, el 20 de diciembre, podemos echar a esta gente para conseguir que las cosas a nivel cultural puedan cambiar. Ahora estamos viviendo en un mundo en el que el interés de la gran clase política está en crear una sociedad inculta, una sociedad sin estudios que no sepa pensar por sí misma para que así sea mucho más fácil controlar el rebaño y que vaya a donde ellos quieran. Al final eso es lo que lleva pasando toda la vida.

Federico Aguado y Eva Marciel en 'La puta enamorada'

Ahora también te vemos en Mar de plástico, que ya mismo llega a su fin. ¿Cuál crees que será la reacción del público al ver el último capítulo?

Yo creo que le va a encantar, es de los mejores capítulos de toda la temporada. Habrá gente que ya se lo olerá un poquito más, habrá quien diga «¡lo sabía!» y quien diga «¡no puede ser!». Creo que en el próximo capítulo, el 12, ya va a haber un hilo conductor con el que a mucha gente se le encenderá la bombilla para saber quien puede ser el asesino de Ainhoa.

Además, acabáis de renovar por una segunda temporada. ¿Continuará la familia Rueda?

Por supuesto, no hay Mar de plástico sin familia Rueda (risas). La verdad es que la cadena estaba muy contenta con nosotros, con el trabajo de la familia. Además, la audiencia lo ha recibido muy bien, recibo un montón de muestras de cariño con Sergio y gracias a Dios renovamos. Habrá polo de limón para rato.

Has aterrizado en el prime time después de muchos años en Amar en tiempos revueltos y Amar es para siempre. ¿Has notado algún cambio al pasar de una serie diaria de sobremesa al prime time?

Lo noto en que estudio menos, porque en una diaria estudias mogollón (risas). Se nota en muchos aspectos… Se hace todo más despacio y a la hora del público en la calle y en redes sociales hay un fenómeno que yo no había vivido nunca. Una serie diaria está siempre enfocada a un público más mayor, pero ahora me he tenido que hacer Twitter, Instagram… Y era como: ¡¿Pero qué está pasando?! (risas). Y es que si no lo haces, no eres nadie.

Luis Fernández, Patrick Criado y Federico Aguado en 'Mar de plástico'

En el último año también has producido el cortometraje Cuando yo me muera

Sí, yo tengo una productora y estamos a puntito de estrenarlo. Ya es el segundo cortometraje que hago y además, en este están Jaime Blanch, Eva Marciel, Marisa Lahoz… Es un corto, como hace Santiago Segura, rodeado de amiguetes. Monté la productora para poder hacer, mientras la salud y el dinero me lo permitan, lo que me dé la gana y los personajes que más me apetezcan.

¿De qué trata el cortometraje?

Está basado en el personaje de Jaime Blanch para ver dónde está el límite del actor, esta cosa que tenemos los actores de que o trabajamos o no somos felices, y cuándo se tiene que dejar esto. Si se tiene que dejar, cómo influye eso a tu familia, cómo influye a tu entorno y cómo al final los actores somos unos seres muy raros. A mí me dijo una vez un profesor en la escuela, el primer día que yo me puse a estudiar arte dramático, que esto era un veneno, que como te entre en la sangre estás jodido, porque no te lo vas a poder quitar nunca. Y al final, un actor no se jubila. En mi caso, el día que esto me deje de hacer feliz lo dejaré.

El proyecto se ha podido grabar gracias a una campaña de crowdfunding…

Y gracias a la gente, ya que en este país las subvenciones hacen un papel, pero no una realidad. Y más para los pequeños creadores. Las subvenciones se las llevan otros que no la necesitan.

Federico Aguado y Jaime Blanch en 'Cuando yo me muera'Entonces, ¿piensas que las redes sociales juegan un papel importante en los tiempos que corren?

La verdad es que gracias a las redes he podido hacer mi cortometraje, con eso te lo digo todo. Claro que tienen un papel importante, y más con todo este mundo ahora de los bloggeros y las cuentas de Youtube. Es un mundo que yo desconocía y el otro día con el programa de Risto Mejide me quedé absolutamente fascinado. Hay un mundo adolescente paralelo que mueve masas y masas por colgar vídeos haciendo el gamba. Y dices: «Madre mía de mi vida, qué viejo estoy ya con 33 años». Cómo avanza esto de rápido… Además, es un mundo que no me interesa ni lo más mínimo, pero sí que creo que es una nueva vertiente cultural. Bueno, hay que decirle cultural por decir algo, pero es una pena que a la palabra cultura le tengamos que meter este tipo de cosas.

Has hecho teatro, televisión, cortos… ¿Para cuándo el salto a la gran pantalla? ¿Tienes ganas?

Es lo que más deseo ahora mismo además de ser padre (risas). Sí, sí, me encantaría hacer cine. Llegará, claro que llegará. Todo es un proceso y ese proceso va a llegar pronto. Todo tiene su momento en esta vida.

¿Tienes nuevos proyectos en mente?

He estado grabando un cortometraje para la Mastocitosis, una enfermedad rara que no es muy conocida ahora mismo a nivel nacional y es para colaborar con ellos, con Emilio Gutiérrez Caba y Jaime Puyol. Ha sido una experiencia muy bonita y ahora estoy descansando, que yo llevaba seis años en Amar y empalmé con esto. Tengo mis dos meses de vacaciones antes de empezar la segunda temporada de Mar de plástico. Si sale algo bien, si no sale, de momento descansar también viene bien.

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Malagueña. Cofrade desde la cuna. De pequeña jugaba a hacer periódicos, ahora soy periodista. Defensora de la ficción española y fiel amante de la novela histórica. La música en directo y el teatro me dan la vida.

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