La banda británica Coldplay ha pasado estos últimos días en la capital catalana, donde ofrecieron dos shows que no han dejado a ninguno de sus asistentes indiferentes. Dos horas de fiesta, celebración, color, fuegos artificiales y, como no, sus himnos hicieron mágicas las noches de la ciudad condal el 26 y 27 de mayo.
Más de 55.000 personas, de todo el mundo, eran las que esperaban desde hacía meses este espectáculo. Tras una larga espera para entrar y un estricto control de seguridad, el público estaba expectante del comienzo del concierto. Fue ahí cuando todos los brazaletes, que habían sido entregados a los espectadores al entrar al recinto, se encendieron para colorear e iluminar todo el espacio. La banda daba comienzo a una noche que nadie olvidaría con «A Head Full Of Dreams», canción que da nombre al último disco de los británicos. La canción, introducida con un monólogo de Charlie Chapplin de El Gran Dictador, estuvo acompañada de un conjunto de luces inmejorable y una explosión de fuegos artificiales.
La noche continuó con «Yellow», en la que todas las pulseras se iluminaron de amarillo y retornaron a un Coldplay del 2000. No faltaron sus himnos: «Every Teardrop is A Waterfall» y «Paradise», en el que las muñecas de los asistentes se llenaban de color y luz haciendo de ahí un espectáculo visual que se podía apreciar desde cualquier ángulo del estadio. El líder de la banda, Chris Martin, no dudó ni un momento en hacer partícipe a todo el público haciéndoles cantar con él, saltar e incluso aparecer en las grandes pantallas.
El show siguió en un segundo escenario al que la banda se mudó para tocar temas más íntimos como «Everglow», «Ink» y «Magic». No hubo ni una canción que nadie corease. Sin duda, el público estaba tan entregado como los intérpretes. Además el cantante se atrevió a hablar en español en la gran mayoría de sus intervenciones, incluso para presentar a sus ‘hermanos’. Siguieron «Clocks», en la que todo se volvió de color rojo; «Charlie Brown» y «Midnight».
El fin de semana estaba cerca y «Hymn For The Weekend» era el tema elegido para celebrarlo. Con una ausente Beyoncé, el público estalló de alegría y energía. La canción estuvo acompañada por llamaradas que salían desde el escenario hacia el cielo. No se olvidaron de «Birds», «In My Place» y «Speed Of Sound».
También hubo momentos para emocionarse y sentirte que estás vivo, porque si hay algo que Coldplay sabe hacer, además de música de gran formato, es erizar la piel. «Fix You» y «The Scientist» no faltaron, el cantante se hizo con el piano y los asistentes no dudaron en acompañarlo coreando las canciones; Martin aprovechó y dejó que el público hiciera la canción suya mientras él, emocionado, apreciaba lo que se vivía en el Estadi Olimpic Lluís Companys de Barcelona.
Tras un bonito homenaje a David Bowie cantando «Heroe», en la fiesta no podía ausentarse el himno más aclamado por la ciudad condal: «Viva la Vida», los asistentes dejaron más que claro la conexión que tenían con Coldplay mientras volvían a «vivir la vida». El primer single de esta nueva etapa del grupo, «Adventure Of A Lifetime», fue el que trajo nostalgia de infancia, puesto que todo el recinto se llenó de globos de colores y nadie se abstuvo de tocar una de las bolas que flotaban de un lado a otro entre la audiencia. Canciones cargadas de positivismo, alegría, energía, ganas de vivir y luchar por lo que quieres.
Para demostrar todo el agradecimiento y esfuerzo a su público, la banda no dudó en interpretar «Don’t Panic» y «See You Soon», esta última fue pedida especialmente vía Instagram a través de un hashtag que el grupo propuso para que todo el que quisiera publicara un video pidiendo una canción que normalmente no cantaban en sus conciertos. Tras ese nuevo momento lleno de emoción, con una lluvia de confeti en forma de coloridas estrellas introducían «A Sky Full Of Stars», una vez más, el público lo gozó como si no hubiera mañana.
El broche de oro lo puso «Up & Up», último single en el que invitan a dejar volar la imaginación. Los acordes de Jonny a la guitarra, Guy al bajo, Will a la batería y la voz de Chris, acompañados de un espectáculo de pirotecnia y un conjunto de luces, daban cierre a ese par de horas en las que el conjunto procedente del Reino Unido pudo demostrar todos sus valores con un impecable sonido a través del cual el afortunado y enérgico público pudo sentir música, todas las sensaciones inexplicables que la banda puede transmitir y mucha magia. Magia que solo sabe hacer Coldplay.
